Volumen 10, Unidad 1, Lección 5
Para descargar este video pincha en el título que aparece arriba como un enlace web. Cuando el video abra en Vimeo, desplázate hacia abajo y haz clic en el botón Descargar.
Lo creas o no, la trata de seres humanos es la segunda mayor empresa delictiva del mundo, solo por detrás de las drogas. Crece a un ritmo acelerado porque las personas son reutilizables, mientras que las drogas son consumibles.
Las personas se vuelven desechables cuando son reutilizables de esta manera. Cuando supe de la trata de seres humanos en el mundo y de la necesidad que había, mi primera pregunta fue: ¿qué puedo hacer yo al respecto?
Y así empezamos Free International con eso en mente.
Un amigo mío, con el que he trabajado durante muchos, muchos años, lo pondría de esta manera: «¿Qué es la trata de seres humanos?» Esa pregunta se hace mucho. Y hay muchos términos técnicos, nos entrenamos en ello todo el tiempo, pero en última instancia se reduce a esto, mi amigo dijo, «es la explotación de la vulnerabilidad con fines comerciales».
¿Cómo vemos las vulnerabilidades en nuestra ciudad... y cómo se están aprovechando de ellas? Pero va más allá. En nuestras zonas rurales y suburbanas, gran parte de la trata de seres humanos que se produce es familiar. Son familias que tienen adicciones y encuentran formas de mantenerlas vendiendo a sus hijos.
En última instancia, como misioneros que trabajamos con iglesias locales, buscamos identificar áreas vulnerables de la ciudad, esos barrios donde la gente paga el alquiler cada semana, esas redes de acogida donde hay inestabilidad y tienen una familia diferente cada seis meses durante años porque en esas vulnerabilidades, los depredadores que explotarían esa situación están buscando una manera fácil de decir, «Oye, si tienes inestabilidad en tu vida, yo seré tu estabilidad».
¿Cómo puede la iglesia no sólo reconocer las áreas de vulnerabilidad, sino llevar la comunidad positiva con mentalidad de Reino que Dios ha puesto aquí, a posicionarse en medio de esas áreas de vulnerabilidad?
Dios nos sacó del «barro cenagoso», y puso nuestros pies firmes «sobre una roca» para estabilizarnos.
¿Cómo podemos ver cosas que nunca antes hemos visto y actuar en consecuencia? ¿Y cómo podemos ser coherentes y estar presentes en la vida de quienes necesitan ayuda desesperadamente?
El salmista dijo: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones». ¿Cómo pueden colaborar misioneros e iglesias para llegar a aquellos en su peor momento, para que Dios traiga nueva vida a esas almas?
En Free International, estamos para ayudar. Hemos hecho este trabajo por veinte años, y hemos creado una red que nos permite conectar las iglesias con el trabajo activo en sus propias comunidades, dondequiera que se encuentre. Vamos a seguir buscando al explotado, vulnerable, y que necesita ser rescatado, hasta que todos sean libres...
